Si vas a hacer tu primer dobladillo de pantalón, primero asegúrate de tomar bien las medidas</bold>. No querrás acabar con una pierna más corta que la otra, ¿verdad?
Antes de hacer el dobladillo, es vital hacer una prueba con los pantalones e, idealmente, con los zapatos</bold>. Así no te llevarás sorpresas desagradables y la longitud del pantalón será perfecta.
En la tradición, el dobladillo se hace en el talón del zapato</bold>. Por tanto, dobla el pantalón justo por encima del talón y sujétalo con alfileres.
Este alfiler será tu punto de referencia para el resto del trabajo. Para evitar que las dos piernas tengan longitudes diferentes, prende la segunda pierna después, cuando los pantalones estén planos sobre la mesa.
Dependiendo de su estilo y atuendo, es posible que prefiera que los pantalones le queden por encima de los tobillos.
Es lo que suele ocurrir hoy en día, tanto a hombres como a mujeres.
Lo importante es tomarse siempre las medidas en las condiciones adecuadas y, de nuevo, con los zapatos que más se vayan a llevar con los pantalones.
Para dejarte margen para cambiar de opinión o, posteriormente, de estilo, haz un dobladillo intercambiable</bold>. Es decir, en lugar de cortar el pantalón para hacer el dobladillo, basta con girar la tela sobre sí misma y coserla.
Esto te permitirá descoser el dobladillo más tarde, si quieres añadir longitud a tus pantalones.
Cuidado: un dobladillo nunca es recto. Los pantalones siempre son más largos por detrás que por delante.
Por lo tanto, su pliegue debe ser curvo (la diferencia entre la parte delantera y la trasera no debe superar 1,5 cm).