El cuero es un material noble, vivo y duradero, pero sólo si lo cuidas bien.
Si accidentalmente has hecho un agujero o un desgarro en tu cuero, no te preocupes, hay métodos que puedes utilizar para repararlo.
El cuero es un material vivo que necesita alimentarse.
Por tanto, es esencial mantener el cuero con regularidad, ya sea el cuero de tus zapatos, chaqueta, bolso o sofá.
Para ello, puedes utilizar ceras especiales</bold> para cuero o desmaquillantes/leches infantiles</bold>. Con un paño, aplicarás la cera o la leche por toda la superficie del cuero y lo harás en cuanto veas que el cuero se está secando.
Este mantenimiento regular mantendrá su cuero sano y por lo tanto fuerte y duradero.
Ahora a lo serio, reparar tu cuero</bold>.
Debes saber que existen kits ya preparados. Depende de ti decidir si ya tienes materiales a mano o si prefieres facilitarte el trabajo.
En cualquier caso, y para reparar el agujero con eficacia, necesitarás:
- pasta o resina de reparación
- un parche del tamaño del agujero
- pintura del color del objeto en cuestión
- pegamento
- una espátula
- una esponja.
Antes de empezar, tienes que preparar el cuero</bold> nivelando el desgarro</bold> y quitando los pequeños hilos que sobresalgan con un cincel o unas pinzas. Asegúrate de "limpiar" el desgarro lo mejor que puedas. A continuación, retira el polvo con un paño.
A continuación, corte un parche lo suficientemente grande como para cubrir todo el desgarro e introdúzcalo en el interior utilizando unas pinzas. Pega las dos superficies y limpia el exceso.
Cuando el pegamento esté seco, utilice la espátula para aplicar la pasta de reparación</bold> para cubrir el parche y nivelar la superficie. Aplica varias capas si el cuero es grueso.
Para homogeneizar el color</bold> de la resina al del objeto en cuestión, puedes utilizar pintura</bold>. Si no has optado por el kit de reparación, asegúrate de comprar pintura especial para cuero.
Una vez seca, la reparación será casi invisible. El trabajo está hecho y tu cuero ha recuperado toda su belleza.