Todos tenemos al menos varios pares. A la vez icónico y fácil de llevar, el vaquero es probablemente una de las prendas más universales</bold>. Pero dista mucho de ser la más respetuosa con el medio ambiente. ¿Sabías que se necesitan hasta 10.000 litros de agua para fabricarlos?
Afortunadamente, esté en buen estado o no, hay un montón de maneras de reutilizar un viejo par de vaqueros</bold>, para ti o para la casa. Así que antes de comprarte unos vaqueros nuevos, aprovecha lo que tienes. No necesitas una prenda nueva para renovarte.
Cuando tus vaqueros empiecen a desprenderse o a mostrar agujeros, no te resistas. Lo mejor es que te centres en ellos.
Tanto si eres un punk de corazón como un fan del casual chic, el vaquero rasgado (inteligentemente) va con todos los estilos</bold>. Son el toque de carácter que a veces le falta a un look. Con una camisa blanca o un jersey de punto grueso, por ejemplo, aportan un contraste interesante. Si quieres crear tú mismo las imperfecciones, apunta a zonas estratégicas como las rodillas.
Esta transformación es especialmente útil cuando tienes varios pares de vaqueros similares. ¿Te resistes a deshacerte de ellos porque, después de todo, realmente necesitas 4 pares de vaqueros negros? Probablemente no.
Un buen par de tijeras bastarán para transformar tus vaqueros en un eterno del armario veraniego: unos shorts vaqueros</bold>. Eso sí, ten cuidado de no cortar el interior de los bolsillos sin querer. Y no te preocupes por los flecos, ¡son un detalle genial!
La cesta es una de las transformaciones más fáciles de hacer a partir de una pernera vaquera</bold>. Un objeto tan bonito como útil, que también puede ser una idea de regalo original. Recuerda: ya sea en el pasillo, en el baño o en el dormitorio, ¡siempre necesitamos una pequeña cesta de almacenaje!
Es una idea a tener en cuenta cuando tienes varios pares de vaqueros a mano. Quédate con tu favorito, o el que esté en mejor estado, como pieza principal. Después, lo más fácil es recortar diferentes formas de los otros, y montarlos como mejor te parezca. Para ser (aún) más original, las costuras pueden incluso ser visibles y estar hechas con un hilo que contraste. En definitiva, deja fluir tu creatividad. El resultado no tiene por qué ser perfecto: es una pieza única</bold> la que estás creando.
Convertir unos vaqueros en un bolso requerirá un poco más de trabajo. Tendrás que hacer varias costuras y pensar en las asas (esta puede ser una buena oportunidad para darle una nueva vida a ese cinturón que tienes por ahí...).
Lo bueno de esta transformación es que el tejido vaquero es especialmente resistente. Además, la mayoría de los modelos vaqueros ya tienen bolsillos. Prácticos para las llaves o la tarjeta de viaje.