Hay tantas cortinas entre las que elegir que puede resultar difícil orientarse.
En este artículo te proponemos tres formas de colgar las cortinas</bold>, con lengüetas, ojales o nudos.
Si bien el primer criterio a la hora de elegir una cortina es el tejido, el sistema de fijación ocupa el segundo lugar. De hecho, dependiendo de la fijación elegida, su cortina no caerá de la misma manera</bold>.
Además, debes saber que en la familia de las cortinas, también existen cortinas colgantes</bold> y cortinas de velo</bold>. Aunque la mayoría de las veces las confundimos, cada una desempeña una función muy diferente.
A la cortina le gusta jugar con la luz y ayuda a controlar la temperatura</bold> de la habitación. La cortina, por su parte, ocupa más un papel decorativo</bold>, aunque también puede jugar con la luz gracias a los tejidos blackout</bold>. Por último, la cubierta</bold> juega la carta de la transparencia</bold> y se limita a su papel puramente decorativo.
Para empezar, determine la función de su cortina y elija el tejido en consecuencia.
Las cortinas de pestañas son relativamente fáciles de hacer</bold> y por eso a menudo las encontramos colgadas en nuestras ventanas.
Para hacer las lengüetas, lo único que tienes que hacer es cortar dos tiras grandes de tela del largo de tu cortina, así como varios rectángulos pequeños de las dimensiones que elijas, que formarán las lengüetas. Por ejemplo, los rectángulos pueden medir 25 cm de ancho y 10 cm de alto.
Dobla las solapas por la mitad a lo ancho y cóselas por el derecho.
A continuación, coloca las solapas entre las tiras de tela, a la misma distancia, y cóselas a la cortina.
Si desea más información, consulte nuestro artículo sobre cortinas con solapas especiales</link>.
Los ojales permiten que la cortina se deslice suavemente sobre la varilla.¡Así que compruebe que el diámetro de sus ojales es mayor que el diámetro de su varilla!
Para empezar, haz un dobladillo en la parte superior de la cortina (su altura dependerá de las medidas de los ojales).
A continuación, coloque los ollaos sobre este dobladillo, a unos 15 cm de distancia</bold> y dibuje con tiza el diámetro interior de los ollaos.
Lo único que te queda por hacer es cortar estos redondeles con un cincel y pasar los ojales</bold> por encima.
Muy fácil, ¿verdad?
Los nudos se cosen un poco como las pestañas. Así que empezarás de la misma manera, cortando dos tiras grandes de tela del largo de tu cortina y varios rectángulos que luego se convertirán en los nudos.
Cada nudo se doblará por la mitad y se coserá entre las dos tiras de tela.
Ya sólo te queda hacer bonitos lazos para colgar la cortina de la barra.