Toques de queda, cierres patronales, cierres de comercios... A veces es difícil familiarizarse con estas nuevas directivas, sobre todo cuando se trata de servicios personales como los que ofrece Tilli.
Afortunadamente para ti (y para nosotros), ¡tu vestuario no se verá afectado por la crisis!
De hecho, nuestro servicio de arreglos seguirá funcionando con normalidad</bold> y podrás recibir tranquilamente a tu modista particular en casa. Te lo explicamos todo en el siguiente artículo.
Y sí, nuestros Tillistes siguen trabajando en el mismo horario de siempre, es decir, ¡7 días a la semana y de 7 de la mañana a 10 de la noche! Así que no hay toque de queda en Tilli y puedes llamar a uno de ellos por la tarde, una vez pasada la hora del toque de queda.
Así que no hay razón para estresarse si se le han roto los vaqueros y está terminando demasiado tarde para llevarlos a un montador. Gracias a los certificados profesionales disponibles, estamos autorizados para visitar tu casa hasta las 22:00 todos los días</bold>. Sigue siendo súper cómodo</bold>".
Además, si no puedes invitar a tus amigos, puedes invitar a un Tillista</bold>, ¡y no tendrán que dormir en tu casa!
Tenga la seguridad de que nuestros equipos siguen un estricto protocolo</bold> para evitar cualquier contaminación.
Naturalmente, cada Tillista lleva una máscara</bold>, se desinfecta las manos</bold> siempre que es necesario y mantiene el mayor distanciamiento</bold> posible.
En cuanto a los contactos, son limitados</bold> en la medida de lo posible. Para ello, por ejemplo, hablará durante más tiempo de lo habitual por teléfono</bold>, lo que reducirá al mínimo el contacto físico durante la cita.
Otras reglas</bold> han sido transmitidas a nuestros Tillistes como pasar su ropa por la plancha caliente</bold> o desinfectar regularmente su máquina de coser</bold>.
Tenemos un protocolo claro</bold> y es un punto de honor</bold> respetarlo</bold>.
Por ello, le invitamos a seguir cuidando su vestuario.
Continúe utilizando nuestros servicios, para preocuparse por reciclar sus armarios, por el corte y la talla de la ropa que lleva.
Que el coronavirus siga entre nosotros no significa que tengamos que dejar de vivir.
No hay nada malo en ser chic en tiempos difíciles.