En este artículo vamos a hablar de los cierres, esos pequeños accesorios superprácticos que nos permiten llevarlo todo a todas partes. Nuestro bolso, nuestro teléfono móvil, nuestra cartera, ...
¿Podemos coser cualquier tipo de cierre a cualquier soporte y cómo lo hacemos?
¡Tilli te lo explica todo!
En costura, hay muchos tipos diferentes de cierres</bold>, dependiendo del trabajo que estés haciendo. Pueden ser sujetadores de tela</bold>, para un bolso de mano, por ejemplo, o una cortina, pero también sujetadores de metal</bold>, para hacer bonitos accesorios de marroquinería como una cartera o un bolso.
Por lo tanto, es importante determinar inicialmente el tipo de cierre necesario</bold> y evaluar su calidad y resistencia</bold>.
Además, también tendrá que utilizar hilo y agujas adecuados</bold> para su proyecto.
Para una bolsa de algodón</bold>, por ejemplo, podrías considerar un bonito cierre con el mismo tejido que tu bolsa</bold>.
Puedes colocarlo en el deslizador del cierre o en uno de los laterales de tu bolsa, introduciéndolo en las costuras al montarla o deslizándolo en una media anilla metálica cosida a tu bolsa.
Para ello, simplemente corta una tira de tela</bold> de la longitud deseada, dóblala sobre sí misma a lo ancho y cose los lados al revés</bold> antes de cerrar.
¡Es ultra sencillo!
Si tu bolsa es pesada, puedes utilizar otro material para el cierre o introducir un trozo de cartón en el interior, esto la hará más rígida.
El mismo tipo de cierre se puede utilizar en una cortina.
Para evitar perder constantemente el chupete de tu bebé, puedes coserle un cierre en menos de cinco minutos</bold>.
Para hacer este cierre, necesitarás dos tiras de tela, dos broches o botones sencillos y un bonito clip</bold>. Si utilizas broches de presión, asegúrate de que tienes los materiales necesarios para montarlos (kit o alicates KAM).
Corta las tiras de tela (por ejemplo, 30x4 cm) y cóselas por el derecho, dejando una abertura. Recorta los laterales. Da la vuelta a la tira de tela y ciérrala. Coloca los botones (de presión o no), haciendo una solapa de la longitud que elijas. Ya sólo te queda colocar la pinza y ¡maniquí! Siéntete libre de jugar con los estilos</bold> para crear algo realmente bonito.