Tu vestido es demasiado corto y por este detalle, ya no te lo pones. ¡Qué pena!
Y si te dijéramos que hay diferentes formas de corregir este largo? Y si te dijéramos que después de leer este artículo, tendrás todas las claves en tu mano para aprender a alargar tú misma tu vestido</bold>?
Venga, no perdamos más tiempo, te lo explicamos todo a continuación.
Si sólo quieres ahorrarte dos o tres centímetros, puedes descoser el dobladillo de tu vestido</bold>. Este método es muy sencillo y te llevará muy poco tiempo.
Para las más novatas, te recordamos que el dobladillo es el acabado de la parte inferior del vestido</bold>. Verás que, normalmente, hay una parte doblada sobre sí misma y cosida, en la parte inferior de tu vestido. Esto es lo que le da un bonito acabado.
La forma más habitual de alargar tu vestido es añadir una tira de tela</bold> de la altura que elijas a la parte inferior de tu vestido.
La mayoría de las veces, encontrar exactamente la misma tela que tu vestido es misión imposible. Sin embargo, será esencial elegir bien esta nueva tela</bold>. El material debe ser similar al de tu vestido y el color debe combinarse de forma natural con el tejido original.
A continuación, sólo tendrás que coser esta tira de tela a la parte inferior de tu vestido y añadir un dobladillo para perfeccionar el acabado</bold>.
En una línea similar, puedes añadir un volante a la parte inferior de tu vestido</bold>. Y en general, los volantes combinan con todos los cortes de vestido.
También en este caso, asegúrate de elegir el tejido adecuado para el volante y su tipo (sencillo, ajustado, largo, escalonado,...).
Para que te hagas una idea, con un vestido de punto, encaje o incluso lino, es más probable que utilices un volante sencillo.
Es el corte de tu vestido y el estilo que quieras darle lo que te ayudará a encontrar el volante adecuado.